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OJO DERECHO
Todo en la imagen irradia calor y contención, de un sol que entra por una ventana, de dos cuerpos enlazados en una cama. Una mirada hacia afuera, en unión y contraposición con una mirada directa hacia los ojos de quien mira. Los cuerpos son uno solo y las extremidades, como las manos y las piernas, se modelan para que estén siempre en contacto con la otra. Hay un recorrido que se propone a través de esa piel en contacto con el calor de la luz y entre otra piel. Todo en la imagen es abrazo, entre las sábanas, el sol y un cuerpo que se quiere y desea. Se materializa en una imagen esa contención que se siente en carne viva, a flor de piel, al querer otro cuerpo. 

TERCER OJO
Los dos cuerpos se unen para formar uno solo, pero hay dos cabezas que miran hacia lados distintos. Una mira a la cámara, o a nosotros, en un estado de cuasi complicidad que pone en duda lo que realmente siente: ¿Está feliz o está triste? ¿Es desafiante o compasiva? 

Su cara delata un estado que pone en duda que ha pasado y que pasará luego de la imagen. Lo que amplía esta vacilación es también la otra cara: ¿Que hay fuera de la imagen que llama su atención? ¿Qué hay en ese fuera campo que alumbra toda la imagen que paraliza la mirada de esta cabeza? La mirada puesta en el más allá, su rostro carente de emociones habla todavía más sobre qué pasa con el otro cuerpo. Mientras observa, su mano es apoyada en la pierna del otro cuerpo con una suavidad similar a como quien trata de consolar a alguien triste. Y así, quién nos mira a nosotros, apoya su cuerpo con una sensación de peso muerto que se deja caer y se amalgama con la desnudez de la otra mujer para ser uno.

OJO DERECHO
Una fuerte luz lateral izquierda ilumina el cuarto y los cuerpos de dos mujeres desnudas. El velo de la luz casi sobreexpone la espalda de una de ellas y parte de la cara de la otra. Los rebotes en el espacio dejan a su vez una tenue dispersión de tonos medios de sombra que suaviza las pieles. La clave lumínica cálida tiñe a la imagen de un color anaranjado en todo el rango dinámico. Una mezcla de tonos amarillos, naranjas, y marrones conforman la totalidad de la escena. La cámara está puesta desde una altura por debajo de lo normal ya que los cuerpos de las mujeres están recostados en la cama, sin embargo, se distingue una leve angulación picada sobre ellas. La lente supone una distancia focal entre lo normal (50mm) o tal vez un teleobjetivo (85mm) que nos encierra el cuadro y nos pone en el centro de la imagen a ellas, dándonos poca información del espacio que habitan más allá de la cama o una materialidad de madera casi imperceptible por detrás.

PLANTA DE FOTOGRAFIA

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